La semana pasada descubrí una expresión que me ha gustado tanto que no le ha tocado esperar turno y la publico antes incluso de que se estrene el capítulo al que pertenece. Aunque únicamente incluyo un pequeño fragmento de la escena en que aparecen las palabras o expresiones que comento en el blog y no hago spoilers con el contexto que facilito, suelo esperar a que estén estrenados la película o episodio a los que pertenecen, pero esta vez me han podido las ganas de compartirla con vosotros y aquí la tenéis. Se refiere a un ámbito que, además de amansar a las fieras, es un bonito arte que se manifiesta en estilos muy dispares y que a cada uno nos engancha con el que más nos toca: la música. 

«To tickle the ivories» es una manera coloquial, algo anticuada y con cierto humor de decir «tocar el piano». A veces es difícil trasladar los matices a la hora de traducir y en esta ocasión, su uso tenía cierta gracia por la frase insinuante que utilizaba BoJack en el episodio y se me ocurrió: «acariciar las teclas del piano» para no dejar un simple «tocar el piano», aunque también nos habría valido lo del toqueteo. En realidad, «to tickle» es «hacer cosquillas» y «ivories» son las teclas del piano, que reciben este nombre por el material blanco del que están hechas: el marfil (ivory).

Ejemplito al canto:

Serie: BoJack Horseman

Contexto: BoJack se refiere a su madre, que parece haber perdido la cabeza y no le reconoce.

BOJACK: Oh, she knows. This just like when she pretended not to recognize me after my shaky choir solo in eighth grade. I had to get a ride home with the pianist who liked to tickle a lot more than just the ivories.  

***

 BOJACK: Huy, sí que lo sabe. Esto es como cuando fingió no reconocerme tras mi mediocre solo en el coro en octavo. Tuve que volverme a casa con el pianista, a quien le gustaba acariciar mucho más que las teclas del piano. 

Aunque sí que he acariciado las teclas de algún piano y he martirizado a mi familia de niña con el órgano Casio que me ayudó a descubrir que con la música no podría ganarme el pan, nunca he tocado el piano, pero admiro a quien tiene el don de hacernos volar con la música. 

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