La última entrada del blog que escribí relacionada con la taquigrafía fue como un talismán virtual, porque a partir de ahí, han predominado en mi vida las cosas bonitas e ilusionantes, y pese a algún pequeño traspiés propio de la vida, nada ha conseguido empañar la alegría que predomina en mis despertares diarios. Quiso la magia de internet que me contactara un amable taquígrafo del Congreso de la Nación Argentina para solicitarme permiso y así poder leer mi entrada en el programa Palabras dibujadas –¡precioso título, por cierto!– de la Radio de la Biblioteca del Congreso de la Nación. Podréis imaginaros mi sorpresa y el honor que ello supuso para mí, sin olvidar, además, el encanto de oír mis palabras leídas con ese precioso y musical acento argentino. Os confieso que alguna lagrimilla me resbaló por las mejillas.
Un viaje con boda incluida a Inglaterra y un intensísimo curso de teatro, unido a mis proyectos personales y laborales, han sido el motivo de mi ausencia bloguera de casi tres meses, pero aquí vuelvo al ataque con una expresión sacada de la descabellada serie de animación para adultos BoJack Horseman, ambientada en un mundo de animales antropomórficos y que hace unos días me ha dado una nueva alegría, pues soy finalista de los V Premios ATRAE, junto con el director de doblaje Eduardo del Hoyo, por mi traducción y su adaptación de la serie para doblaje. Para mí el premio es que mis colegas la hayan seleccionado como merecedora de ser una de las finalistas.
«Talk to the hand» o «tell it to the hand» es una expresión sarcástica, que estaba muy de moda en los años noventa y por lo tanto, era habitual encontrársela en series y comedias de situación, donde, además, parece tener su origen. Se usa cuando quieres decirle a tu interlocutor que no te interesa lo que está diciendo y pasas de escucharlo o directamente le pides que corte el rollo porque aunque siga hablando, no piensas hacerle ni caso. La expresión suele ir acompañada de un gesto realizado con la mano, mostrando la palma hacia la persona a quien te diriges, instándole a que hable con la mano, pues esta no oye. Aquí sale a colación uno de los problemas que pueden aparecer al traducir cuando hay que trasladar una expresión que se acompaña de un gesto que no se corresponde gestualmente con la expresión utilizada en la lengua meta. Esta frase puede rematarse con más chulería, si cabe, añadiendo la coletilla «because the ears ain’t listening» o «because the face ain’t listening». En nuestro ejemplo, hay precisamente una alusión a este final.
Diálogo de BoJack Horseman:
MR. PEANUTBUTTER: Ooh, are you filming a sitcom? I love sitcoms! You should have a character say, «talk to the hand.»
AUDIENCE: (Laughs)
BOJACK: The hand! Not the face, where the ears are. News Flash, hands can’t hear.
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SR. PEANUTBUTTER: ¡Huy! ¿Estás rodando una comedia de situación? ¡Me encantan! Deberías hacer que algún personaje dijera: «Corta el rollo».
PÚBLICO: (Ríe)
SR. PEANUTBUTTER: ¡Corta el rollo! Habla, chucho, que no te escucho. ¡Entérate, que con las manos no oigo!.
Aunque mi paciencia parece que va menguando con los años, descuidad, que yo nunca os mandaría callar de una manera tan brusca, así que podéis explayaros en vuestros comentarios sin ningún temor.
MBJ
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