Abrirse paso en una profesión no es nada fácil, tanto si eres muy joven y careces de experiencia como si estás entrada en años y ya empiezas a sufrir cierto «arrinconamiento» porque sumas demasiadas primaveras. Hace aproximadamente una década decidí dar un pequeño giro —o más bien ampliar horizontes— a mi carrera profesional y meter la cabeza en una profesión donde me salía totalmente de mi zona de confort: actriz de doblaje. Dudo mucho que llegue a ser una gran actriz de doblaje y meter realmente la cabeza en el mundillo, pero lo bueno de haber tomado esta decisión y de seguir invirtiendo en formación continua es que me ha abierto campos con los que ni había soñado poder explorar y me ha permitido jugar con la voz de maneras insospechadas, pero lo más importante, es que con ello estoy disfrutando muchísimo y he conocido a gente estupenda.

No sé si habíais oído antes la expresión equivalente en inglés: to get one’s foot in the door. Resulta curioso que en cada idioma esta expresión metafórica juega con extremos opuestos del cuerpo: la cabeza y los pies. ¿Será porque los españoles somos muy cabezotas?

Espero que logréis meter la cabeza en la profesión o actividad artística de vuestros sueños, pero antes de meteros de cabeza, no está de más usar la cabeza y sopesarlo todo con la cabeza bien fría.

MBJ

Pin It on Pinterest