Hay visitas que aguardamos con ganas y otras que se nos presentan de forma inesperada; visitantes a quienes recibimos con los brazos abiertos y otros, de los que, al contrario, huimos como alma que lleva el diablo. Sin embargo, dependiendo del momento y las circunstancias, una misma visita puede resultarnos motivo de alegría o causa de tristeza al echar por tierra alguno de nuestros sueños.

Y una de estas ambivalentes visitas suele venir, teóricamente, cada 28 días, a incordiar al cuerpo femenino, y es que su llegada puede provocar alivio (cuando su falta es señal de un embarazo no deseado) o por el contrario, destruir la esperanza de haber concebido un nuevo ser.

Tampoco nos es ajena la alusión a cierta visita para referirse a tener el periodo en español. En alguna ocasión he oído hablar de «la visita de la dama de rojo» o «la visita del mes». En inglés, «I had a visitor» también es una forma -algo anticuada- de anunciar que a alguien le ha bajado la regla. Otra manera es anunciar la visita de la tía Flo (Aunt Flo is coming to town) o aludiendo a las gasas que en el siglo XIX las mujeres usaban para protegerse de la menstruación, existe la expresión «to be on the rag».

EJEMPLITO  AL CANTO (Masters of Sex, 2013):

– I had a visitor.

– But you said your basal temp spiked last night. That puts you mid-cycle.  

– Me ha bajado.

– Pero dijiste que anoche se te disparó la temperatura basal, situándote a mitad de ciclo.

Y aquí os dejo con otra famosa dama de rojo.

 http://www.youtube.com/watch?v=Vt2YIpZWBqA

L.M.

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